Educación financiera un bien público
La Educación Financiera debe ser considerada como un bien público, en primer lugar porque abarca a todos los sectores sociales y es integral al considerar a los actores del sistema financiero, instituciones públicas y población en general. En segundo lugar, la falta de información, y la escasa penetración del sistema financiero, fomentan el uso de servicios financieros informales, con frecuencia desventajosos y a costos elevados. Y, en tercer lugar,el número y la complejidad de los productos financieros han aumentado notablemente en años recientes, lo que dificulta que las personas tomen decisiones informadas que sirvan a sus propósitos.Cuando la población va conociendo los productos y servicios que brindan las instituciones financieras, se alcanzan beneficios, tales como:
- Conocer y entender las características y beneficios, de los productos y servicios financieros.
- Mejorar la administración de recursos individuales y familiares.
- Adquirir conocimientos y desarrollar habilidades financieras para tomar decisiones.
- Conocer sus derechos y deberes al contratar servicios y productos financieros.
En este mismo contexto, es importante reconocer que es una realidad el hecho que la protección de los consumidores financieros es un tema de actualidad a nivel mundial, que trasciende fronteras,cuya población exige un mayor conocimiento de los productos y servicios ofrecidos y prestados por las entidades financieras.
Existe por tanto, una dedicación especial a la educación financiera como principio de protección, y derecho del consumidor financiero.
La educación financiera promueve el crecimiento económico, la estabilidad y confianza en la economía; para fortalecer y profundizar la regulación de las instituciones financieras,y mejorar la protección de los consumidores financieros.